Mi primer encuentro con Europa Central
Visitar los países eslavos fue cumplir una fantasía de la infancia. Retumbaba en mi cerebro el eco lejano de Checoslovaquia y Yugoslavia, como si fuesen dos países imaginarios del «reino de nunca jamás» que soñaba descubrir. Fue así que planifiqué un año para conocer las capitales de Viena, Eslovaquia, República Checa, Polonia, Hungría, Croacia y Bulgaria. No podía conocerlo todo; pero al menos, sí la base para dibujarme una imagen de este rincón del planeta y ayudarme a ver el mundo con distintos ojos.

Cada una de estas ciudades está relacionada con algún episodio histórico de relevancia mundial. A esto hay que agregar el aroma a café, la omnipresencia de los más grandes compositores, el ser cuna de grandes científicos, la impronta de su arquitectura y los restos de una monarquía que extendió su reino hasta la península ibérica: los Habsburgo —de quienes ya les he hablado.
Como introducción —y pensando en el futuro explorador—, he elaborado un esquema que me hubiera gustado encontrar antes del viaje:
Viena | Bratislava | Breslavia | Varsovia | Praga | Budapest | Zagreb | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
País | Austria | Eslovaquia | Polonia | Polonia | Rep. Checa | Hungría | Croacia |
Formó parte de | Imperio Austro-Húngaro | Checoslovaquia | Austria / Alemania | Prusia/ Alemania | Checoslovaquia | Imperio Austro-Húngaro | Yugoslavia |
Compositor adulau | Mozart | Bach | Chopin | Dvorak | Ferenc Lentz | ||
Personaje estrella | Sigmund Freud | Peter Lorre | Papa Juan Pablo II | Marie Curie | Gregor Mendel | Houdini | Nikola Tesla |
Delicia obligatoria | Café vienés con strudel | Cesnaková polievka | Golabki | Pierogi | Trdelnik | Goulash | Struk |
Cliché turístico | La Ópera | Iglesia azul | Esculturas de enanos | Palacio de la Cultura | Reloj astrológico | El Parlamento | Iglesia de San Marcos |
Moneda | Euro (€) | Euro (€) | Złoty (zł) | Złoty (zł) | Corona checa (CZK ) | Florín húngaro (Ft) | Kuna (HRK) |
Recomendación personal | Visitarla en época navideña. | Explorar los castillos de los alrededores. | Visitar el Mercado Central. | Comerlo todo. | No compar comida por kilo. | Planificar varios días para sacarle jugo. | Visitarla en fin de semana. |
Viena
Fue un viaje corto pero fundamental para entender la configuración del poder de la Europa moderna y medieval; hasta entonces no me quedaba clara y no entendía cómo ni porqué Los Austrias (Habsburgo) reinaron en España.
Llegué en otoño pero parecía invierno. Afortunadamente, iba preparada para afrontar el clima, que suele ser frío y bastante húmedo. Posteriormente, conocí a algunos viajeros que alegaron frío demencial en pleno mayo; y tras averiguar un poco más, resulta que el clima continental congela y moja todo el año.


Viena es una ciudad musical; la capital de la música clásica, me atrevo a decir. Los más grandes compositores de la historia han nacido, vivido o pasado por aquí. El más importante de todos (prove me wrong!): Amadeus Mozart, nacido y educado en Austria.
En Praga se dice que él prefería tocar en la Ópera checa. Típicos conflictos culturales: algunos países disputan el origen del pisco; otros, el origen de la diablada; y en Europa Central, a Mozart.

Mozart es tan importante que hay placas conmemorativas en honor a cada una de las muchas casas en las que habitó. Incluido el depa en el que vivió solo un mes. Su retrato es un recurrente en las múltiples tiendas de souvenirs , su figura moldea los chocolates; y por supuesto, existen tours exclusivos sobre su figura y su historia.

Lo que no deben dejar de conocer
🎵 El Palacio Hofburg-. Desde María Antonieta hasta Juana La Loca, este palacio fue el hogar de la mayor parte de la realeza austriaca . Sí, hablo de mis amigos los Habsburgo. Pero aquí hago una pausa, y ni me molesto en seguir con descripciones, porque quien visita Austria debe conocerlo y visitarlo al menos tres veces. No solo eso, sino hacerlo con un guia que le explique los pormenores históricos narrables en cada rincón.
🎵 La plaza Maria-Theresien o de los Museos.—
🎵El Parlamento y el Ayuntamiento.—
🎵El Albertina.—
🎵La Ópera.—
🎵La exposición de Gustav Klimt.-
🎵El Palacio Schönbrunn .—
Recomendación
Visitá Austria en época navideña: le suma el doble de puntos. La ciudad se decora con numerosos mercados navideños, ferias para todos los gustos y un ambiente súper acogedor que te hace sentir como si estuvieras viviendo una Navidad en esteroides.

Respecto al alojamiento, yo opté por un ‘Hotel Cápsula‘, que era lo más económico que podía conseguir por esas fechas. Si bien al principio me asustaba la idea de dormir en una especie de nicho, finalmente —y a pesar de los voraces ronquidos de uno de mis roomates—, fue una decisión muy afortunada. No solo por la relación calidad-precio, sino también por lo impoluto del sitio.

Y si tenés ganas de experimentar algo nuevo, te aconsejo jugar una partida de curling. Este deporte —sí, es un Deporte Olímpico— no solo es muy popular, sino también muy divertido.

En cuanto a la vida nocturna, en Europa central me acostumbré a que: 1) la fiesta continúa hasta el desayuno; 2) siempre hay un burdel cerca del sitio. 💃🎉
Viena está muy cerca de Bratislava y Praga; la conexión entre estas capitales es inmejorable. Los buses van y vienen todo el día; así que, por menos de 10€, podés ir al siguiente destino.
Bratislava
Esta ciudad ha sido una de mis experiencias humanas más gratas: orden, limpieza y una sociedad asidua a las actividades culturales. Para decorar: el río Danubio cruzando la ciudad —que aunque no es tan azul como el de Strauss— sí que le otorga una personalidad propia a la capital.

La librerías suelen estar repletas, pero no de gente que solo va por el cafecito o para hacer postureo en Instagram. Cada día veía cómo las personas solas o en parejas —y hasta en familia—, se amontoban frente a las estanterías, revisando los libros.
Si te gustan los museos, notarás que son otro sitio popular para los paseos familiares. Sobre todo el Museo Nacional, donde los niños se entretienen por horas con la muestra de fósiles. Personalmente, disfruté una barbaridad del Museo del City Hall, el mismo que recomendé a cuanto turista se me puso por delante. Al principio parece una estafa —la primera sala es ridícula— pero conforme vas avanzando vas descubriendo salones que retratan la historia de la ciudad, en un recorrido cuyo climax coincide con unas vistas estupendas del centro histórico.
Y si sos de contemplar la arquitectura, podés recorrer la Iglesia Pitufa y La Torre invertida en una jornada. Luego, sin duda, conocer lo más atractivo de la ciudad: sus castillos. De hecho, no imagino una visita a esta ciudad sin pasar por uno de ellos. Especialmente el Bratislavský Hrad (Castillo de Bratislava) que se encuentra en una cima en pleno casco histórico, imponente y visible desde cualquier punto de la ciudad.

Más alejados del centro, pero tal vez más impresionantes, encontrás una variedad de castillos a la carta. Yo visité el de Devín, que está como a 10 km. La fortificación fue construida en el neolítico y está rodeada de un deslumbrante paisaje natural.


También alejado, y en la cima de una colina, está el Monumento a los Caídos en la Segunda Guerra Mundial. Se puede llegar en transporte público y realmente recomiendo que lo hagan: allí está el gigante obelisco conocido como ‘Slavín’, construido en 1960 en homenaje los soldados soviéticos que murieron luchando por la liberación de Bratislava contra el ejército alemán.
Si eso no te convence, imaginate contemplando las más hermosas panorámicas de la ciudad, mientras abrís un tupper para picotear queso Bryndza, su típico, delicioso y suave queso de cabra. Los dulceros puede experimentar chocolate en formato pasta dental, que es tan popular como la Nucita o el Batón lo es en Bolivia.

Mi recomendación
En Bratislava abundan excelentes opciones de local hosts que viven prácticamente en el centro de la ciudad. Yo tuve una experiencia fenomenal con Airbnb y sé de varios viajeros que fliparon en el hostal Elefante Azul.
Como dije antes, Viena, Bratislava y Praga están cerca y muy bien conectadas. Por lo que ni lenta ni perezosa me dirijo a esta última, una de mis ciudades favoritas for ever ever.
Praga
¡Qué ciudad! Ubicada en el antiguo reino de Bohemia, le hace honor al nombre y supera las expectativas con creces. Aquí encontrarás deliciosa comida las 24 horas, un servicio de transporte económico, hostales céntricos a precios increíbles, y mucha magia… literalmente.
Sobre Checoslovaquia: Praga y Eslovaquia fueron —prácticamente— compañeras obligadas. Un matrimonio de consenso entre terceros, podríamos decir, ya que culturalmente no existen vínculos fuertes que las unan. En realidad, Praga es mucho más similiar a Viena —sobre todo en cuanto a su exquisito sentido negro del humor—.
Durante la Edad Media, Praga tuvo la fortuna de ser liderada por políticos y religiosos más tolerantes y flexibles que en el resto de Europa, por lo que fue el epicentro de reunión de alquimistas, magos, científicos e intelectuales de toda índole; quienes escapando de la Insquisición en países vecinos, fueron recibidos en Praga con los brazos abiertos.
Uno de sus aspectos más cautivadores —y una suerte nada común entre los países eslavos—, es que logró mantener las edificaciones de épocas primeras. ¡Su arquitectura es un viaje ancestral! Para muestra un botón: en la plaza mayor permanece el primer reloj astronómico de la historia, rodeado por edificios de la edad media con sus entradas subterráneas originales.
En realidad, toda Praga está llena de lugares icónicos. Al ser el núcleo donde se gestaron episodios históricos como la Primavera de Praga y la Revolución de Terciopelo, existen muchas probabilidades de que reconozcás algún sitio por alguna fotografía famosa o alguna reconocida portada de prensa.

Y por si fuera poco, espacios para la diversión no faltan. Es la cuna de la cerveza Pilsen, abundan los bares, se respira muy buena onda y es fácil conocer gente. Así que si viajás sola, es probable que desde que comencés el recorrido del Charles Bridge (Puente de Carlos), hasta que lo terminés, ya hayas encontrado compañía para el resto del viaje.
Una vez que crucés el puente, y acompañada de tu nueva pinky friend, podés tomar un bus hasta el Hradcany (Distrito del Castillo), ingresar a la Catedral de San Vito —ajá, el del famoso mal—; visitar una callejuela muy concurrida y popular llamada Golden Lane —donde se dice que habitaron los antiguos alquimistas—; y contemplar el majestuoso Castillo de Praga. Todo muy mágico y fugaz, definitivamente.


Mi Recomendación
Me hubiera gustado quedarme más días en Praga; tal vez hubiera necesitado menos en Bratislava. Y lamento no haber podido ir a Liubliana. Así que capaz no sea mala idea repetir la experiencia, pero esta vez optar por un recorrido en Interrail.

Varsovia y Breslavia
Ubicadas en Polonia, país que desapareció del mapa durante 200 años. Poco después de volver a constituirse como Estado independiente, fueron brutalmente aniquilados en la Segunda Guerra Mundial (se estima que se realizaron alrededor de doscientas ejecuciones diarias). Cuando la pesadilla parecía haber acabado, los supuestos salvadores los sometieron a un régimen represivo que todavía recuerdan con dolor. Han tenido que empezar una y otra vez, y aun así, sus principales ciudades poseen una fuerza impresionante.
La ciudad de los treinta nombres
Wroslow, Breslavia… como quieran llamarla. La Segunda Guerra Mundial arrasó con ella, por lo que la mayoría de sus edificaciones son posteriores a 1940. Pero esto no ha sido impedimento para que, en menos de 60 años, la ciudad logre forjar una personalidad propia.

Nada más llegar, notarán la abundancia de flores, con sus puestos y floristas ambulantes; así como a los grupos de universitarios en juerga que acaparan las mesas de la Plaza del Mercado. Paralelamente, y de a poco, comenzarán a notarlos a ellos también: pequeñitos, discretos y divertidos. Se trata de más de 300 duendecillos —gnomos o enanos— distribuidos por toda la ciudad.

Localizarlos y sacarles fotografías es una especie de «nueva tradición» —comenzaron a ponerlos en 1980— y hasta existe una app ideada para atraparlos todos, al estilo del mejor maestro Pokemón.
La comida polaca es brutal; me recordó a los platillos que preparaba mi abuelita. Bastó un primer almuerzo para catapultarla en mi Top Gastronómico Mundial. Fui a un Mis Bar, que son otra experiencia obligatoria en Polonia. Comenzaron a funcionar durante la época comunista y mantienen el mismo —estricto— sistema hasta nuestros días: básicamente, atender a los comensales como si fuera una cárcel. De hecho, al momento de devolver mi bandeja, me putearon en polaco por no haber separado la cuchara de los platos. Esó sí: comí comida casera a un precio súper económico.
Lo que no deben dejar de conocer
Después de unos pierogui —y conocer los icónicos Mis Bar— los ánimos invitan a hacer la digestión recorriendo la ciudad. El Ostrów Tumski (Isla de la Catedral), la Hala Targowa (Mercado Central) y el espectáculo nocturno de luces en la Plaza del Mercado, son paradas fundamentales. Pero si te sentís demasiado lleno para hacerlo, una paseo en bote por el río Óder será la alternativa ideal.

Seré honesta: la ciudad no brilla por su limpieza —al menos no lo hizo durante mi estadía—, pero sí por la simpatía de su gente. Tan común como ver escenas románticas, es el recibir la sonrisa de un desconocido. Y aunque no mucha gente hable inglés, la mayoría intentará ayudarte a resolver lo que sea, comunicándose a señas si es necesario.
Mi recomendación
Auschwitz Birkenau se ha constituido en el campo de concentración símbolo de las atrocidades cometidas durante el Holocausto. Aunque queda más cerca de Cracovia, existen varias excursiones desde Breslavia que, además de completas y económicas, son una experiencia de profunda reflexión sobre este lamentable episodio de la historia.
Una Capital al ritmo del vals
Varsovia me conmovió intensamente, pues a pesar de haber sido destruida por completo durante la Segunda Guerra, actualmente es una ciudad maravillosa, imponente y llena de luz. Es como un fenix que nació de las cenizas. De hecho, la ciudad comenzó su resconstrucción con tan sólo 1000 habitantes, haciendo un esfuerzo descomunal que le mereció el ser nombrada Patrimonio de la Humanidad.

Aquí nacieron Nicolás Copérnico, Marie Curie y Frédéric Chopin. Cada uno de ellos es homenajeado en el casco histórico, donde deambular en cualquier sentido es una actividad muy placentera.
👉🏻Es una alivio psicológico el que Mozart deje de acaparar la atención y sea Chopin quien se inmortalice en cada una de las banquillas musicales dispuestas por toda la ciudad.
👉🏻Visitar la casa en la que vivió Marie Curie es muy emocionante.
👉🏻La Estatua de Copérnico es tan entrañable como imposible de obviar.

Por otro lado, en el casco histórico se aglutinan locales y turistas para disfrutar de los numerosos espectáculos callejeros y de las maravillosas vistas de la ciudad, privilegio que brinda la colina. En el centro y cima de la colina, se mantiene la única cuadra de edificios que sobrevivió a la guerra: el ala derecha de la Rynek Starego Miasta (Plaza del Mercado).

Haciendo un salto histórico, el edificio más emblemático de Varsovia fue un regalo soviético que ahora pertenece a la ciencia: el Palacio de la Cultura y la Ciencia. Es lo que en inglés se describe como «mind-blowing» (o sea, vuela sesos). En realidad, toda la manzana alrededor está llena de edificios para contemplar con la quijada abierta.

Como mencioné antes, aunque no muchos hablen inglés, los polacos son muy, muy gentiles. En mi camino de regreso, un bombero perdió su tren por ayudarme a encontrar el mío. De no ser por él, hubiera perdido el bus con el que debía retornar a Breslavia. ¡Gracias! Es un gesto que siempre recordaré cuando un turista en apuros requiera mi ayuda.

Budapest
Visita Buda pero quédate en Pest.
Dicho popular
Los días me quedaron cortos para todo lo que tiene esta ciudad por ofrecer, que en verdad es abrumador. Cruzada por el Danubio, está dividida en dos sectores : Buda y Pest. Aunque lo correcto sería describirlo de la manera inversa: Budapest es fruto de la unión de estas dos villas, por lo que es una especie de ciudad siamesa.
Buda y Pest se miran frente a frente, retándose desde cada lado del río. Como estuvieron separadas durante siglos, cada una tiene una personalidad propia. Afortunadamente, para los que estamos de paso da lo mismo: en ambas encontrarás edificios llenos de historia y paisajes dignos de una contemplación apacible.


Buda Side
Sobre las colinas, el imponente Várnegyed (Distrito del Castillo) alberga lo que en su tiempo fue el Palacio de los Habsburg; hoy, Museo de Historia de Budapest. Burguesa y almidonada —sobre todo en comparación con Pest—, lo mejor de esta villa son las espectaculares vistas que regala de norte a sur, una experiencia como pocas hay en este planeta.

Buda sufrió muchísimos embastes, pero dos obligaron a reconstruirla: la reconquista tras la caída del Imperio Otomano (Siglo XIV) y el Sitio de Budapest durante la Segunda Guerra Mundial (1944). Sobre esta guerra, debo decir que, me dio la impresión de que en Alemania existen menos tabúes que en Hungría, donde todavía se perciben muchos reparos al momento de relatar los episodios en los que actuaron como aliados del ejército nazi.
Lo que no deben dejar de conocer
🦁El Distrito del Castillo.—
🦁El Bastión de los Pescadores.—
🦁El Mirador en Monte Gellért.—
🦁Los baños termales.—

Me recomendaron también visitar el Laberinto de Buda, algo que afortunadamente no hice, y que al parecer, es bastante decepcionante. Es más, hasta ha sido ligado a un escándalo por falsificación, al inventar —y recrear— una supuesta conexión con el conde Drácula.
En fin. A estas alturas se les habrá acabado la jornada, así que antes de cruzar el Széchenyi lánchíd (Puente de las Cadenas) para volver a Pest, nada mejor que un paseo en bote por el Danubio.
Pest Side
La contraparte descontraída y popular de la ciudad, alberga atractivos para todos los gustos. Desde conciertos de música clásica y sesiones de jazz, hasta fiestas rave que comienzan en la vía pública, Pest es una todoterreno.
Como es habitual, corrí a la plaza Szent Istvan, para el obligatorio encuentro con la Szent István-bazilika . La Basílica de San Esteban no solo es el referente arquitectónico o el templo católico más importante del país; sino que también es un espacio artístico notable. Casi a diario, conciertos de música clásica —desde el Requiem de Mozart, pasando por Bach, hasta llegar a Handel— son interpretados por músicos de la Hungarian State Opera o la Solti Chamber Orchesta, de manera gratuita.

Pero no solo los conciertos de entrada libre están la orden del día, también las exposiciones. Tanto en los alrededores de la Basílica como fuera del Parlamento, tuve la suerte de presenciar tanto conciertos como exposiciones de nivel, sin invertir un florín. Pest es una ciudad generosa, así que hay que estar atentos para no perderse oportunidad.
Además de la parte cultural, está la juerga. Verán una montonera de grupos —en su mayoría jóvenes— compartiendo el ‘botellón húngaro‘, que no es otra cosa que la previa, pero en espacios públicos. Sí, aquí beber en las calles y parques no solo es permitido, sino que habitual.
Lo que no deben dejar de conocer
🦁 El Parlamento.—
🦁 La Plaza Vorosmarty.—
🦁 Los balnearios.—
🦁 El barrio judío.—
🦁 Los bares en ruinas.—


Mi recomendación
Realizar un paseo —a pie, ¡a pie!— que culmine con una deliciosa comida típica por el barrio judío. Preferiblemente a media tarde, para luego cenar y empalmar con un bajativo en alguno de los bares en ruinas.

Zagreb
Según un estudio de la Universidad del Colegio de Londres, una de las claves para ser feliz es que la realidad supere las expectativas. Yo puedo dar fe de ello, luego de la gran sorpresa que me llevé en esta ciudad. En medio de mi estancia en Budapest, improvisé una escapada de 24 horas a la capital croata; y sin ningún itinerario en perspectiva, terminé por quedar maravillada. Es que Hrvatska —el nombre real de Zagreb— es pequeña, pero mágica.
Mi bus llegó a las cinco de la mañana. A esa hora, ya habían cafeterías abiertas, transporte y personas funcionales comenzando la jornada. Caminé hacia el centro —fueron como veinte minutos— mientras tomaba un suculento café doble, y una vez allí, me animé a participar de la Misa Dominical. Una decisión muy afortunada, ya que justo al salir, un grupo de música folclórica se instaló a los pies de la Catedral.

Zagreb mantiene sus costumbres en perfecta armonía con el siglo XXI. Mucho más después de quedar segundos en el Mundial de Fútbol 2018, evento que disparó el turismo en la ciudad. Para fortuna de los visitantes, la ciudad no defrauda: precios económicos, un ambiente cargado de elementos tradicionales, comida deliciosa y museos de toda índole hicieron de mi corta estancia una experiencia maravillosa.

Lo que no deben dejar de conocer
Además de recorrer toda la ciudad antigua —el centro, donde está la Catedral, la Puerta de Piedra y el Mercado Dolac (Farmer Market)—, echen un vistazo a:
🌸El Museo de las relaciones fallidas (Museum of Broken Relationships).—
🌸La Iglesia de San Marcos (Crkva sv. Marka).—
🌸La Torre Lotrščak.—



Mi recomendación
Si disponen de poco tiempo, elijan ir durante el fin de semana. El sábado es conocido como el ‘Pick of the Week‘; es el día que la gente aprovecha para congregarse en el centro, visitar el mercado central y pasear en familia. En definitiva: es más divertido y hay mucho ambiente.

¡Ah! Sobre las doce del medio día, procuren estar cerca de la Torre Lotrščak, para escuchar el habitual cañonazo diario.
Sofia
«Hablando de Bulgaria. Una cosa que a mí siempre me ha llamado la atención, es que en Bulgaria las mujeres se llaman, por ejemplo: Nadieska, Svoboda, Dobrinka… Y la capital se llama Sofia.»
Marcos Mundstock – Les Luthiers
La ciudad más barata de Europa debía ser mi parada final, pero me quedé con las ganas.
Sucede que para visitar Bulgaria —y Romania—, los bolivianos requerimos visa. Así que ni siquiera me permitieron subir al avión. ☹️
Gracias, fronteras políticas. Ustedes siempre tan inútiles cuando se trata de propagar el bien, y tan eficaces cuando se trata de diseminar una pandemia.
Hasta aquí el resumen de mi mini-tour por el centro de Europa. Algún día volveré, quién sabe cuando, porque como van las cosas, con suerte logre salir de casa este año.